El venezolano cantante, actor y comediante Wilmer Machado conocido como “Coquito”,anunció mediante este video que sufre una parálisis facial, producto del estrés.
Coquito mostró a sus seguidores las consecuencias de no saber manejar las situaciones diarias y envió una reflexión acerca del proceso para evitar lo que a él le está ocurriendo.
Wilmer Machado hizo uso de sus redes sociales para decir: “No se asusten, no pasa nada malo, paso por aquí para contarles que tengo una parálisis facial leve por estrés. Así que no se estresen no se den tanta mala vida por las cosas tomen todo con calma, denle prioridad a los que la tenga y ríanse y gócense a su familia y como decía tío Simón, el del Caballo Viejo, después de esta vida no hay otra oportunidad”
El actor aprovechó para agradecer a Gerson del Centro Clínico La Urbina y Mr. Farmacias? por apoyarlo en su recuperación.
“La vida es una sola. MOSCA. Hay que sonreír para tener fuerzas para seguir. La risa es la medicina del alma y la música su alimento”, fue el mensaje para sus seguidores quienes se mostraron preocupados y le desearon una pronta recuperación.
"Coquito" es tendencia porque informó que presenta una parálisis facial leve debido al estrés, y que se tomará 15 días de descanso de radio y redes socialespic.twitter.com/XLaYplLKzv
— ¿Por qué es tendencia? (@estendenciavzl) November 12, 2020
Asimismo, informó que se ausentaría por 15 días de la radio y las redes sociales para descansar y recuperarse en casa. “Igual los mantendré informados de cómo van los tratamientos, ya entré a terapia (…) Ya todo va muy bien”, finalizó.
Coquito se considera un “gran todero”
En el año 1985 se le presentó la oportunidad de su vida, el canal Venezolana de Televisión realizaba un casting para un programa infantil con el cantante Simón Díaz. El show se llamaría Contesta por Tío Simón: “Buscaban a un niño con características específicas, que yo reunía. Un niño de color arrosquetado, de cabello ensortijado, que cante, que baile y que sea dicharachero, decía el Tío Simón.
Para Coquito, se trataba de su sueño de vida: “Aunque suene cliché, yo anhelaba hacer televisión. Tenía 31 años menos de los que tengo ahorita cuando fui al casting. Lo recuerdo como si hubiese sido ayer. En frente del Tío Simón, baile y saqué 20 puntos, actué y eximí, canté”
Las grabaciones se convirtieron en rutina. Salía del colegio al estudio de grabación y hacía las tareas entre escenas. Así fue la vida de este venezolano por 10 años más, hasta que alcanzó la adolescencia: “Se convirtió en un trabajo, que afortunadamente me pagaba muy bien. Ese dinero mi mamá lo invertía en mí, nunca fuimos una familia de grandes recursos, así que se utilizaba para pagar mis estudios y mi ropa. Fue un alivio para mis padres, dejaron de mantenerme económicamente y se dedicaron a ayudar a mis hermanos”.
Su primera telenovela se llamó Amor de Papel, tenía un personaje muy pequeño que requirió de una gran preparación para el actor, ya que se trataba de una persona totalmente distinta a él. Esa actuación fue la que llevo a Wilmer a ser elegido para la telenovela Kaína, la cual es considerada como la obra que impulsó la carrera adulta del artista.
Después de esto, vinieron personajes importantes como Benito Estivenson y su primer papel como antagonista en una serie juvenil, en la que representaba a Michael Antonio Pérez. A esto se le sumaron las participaciones en las novelas Sol de Tentación, Guerra de Mujeres, Mambo y Canela, Negra Consentida, entre otras.
Cuando habla de su etapa de animador, Coquito vacila y admite que no recuerda exactamente en cuántos programas de televisión ha estado, pero cree que en más de diez, entre los más recordados están: “El Show de Coquito” en 2009, “Y lo demás es lujo” en 2011 y “El negrito de la blancura” en 2012. En este último, Wilmer salía a las calles de Caracas a regalar lavadoras.
En el 2015, Wilmer logró ser animador del estadio universitario con el equipo de beisbol Los Leones del Caracas: “Soy un enamorado de mis leones desde que soy niño, es el equipo de mi vida”.
Como fanático del béisbol, consiguió la animación de los eventos internos del equipo, su trabajo se basa en compartir con los peloteros en el dogout y animar a toda la fanaticada desde las gradas. Para Coquito, este trabajo le puso los pies sobre la tierra, ya que se sentía como un niño al tocar la mano de jugadores y managers como Jesús Guzmán, Alfredo Pedrique, Edgar Alfonzo, entre muchos otros.
A pesar del nacionalismo que siente por su país, y lo enamorado que se encuentra de Venezuela, el mundo tendrá la oportunidad de conocer al negrito venezolano que comenzó haciendo programas infantiles.
Desde aqui le deseamos una pronta recuperación