Timbers Seafood and Steakhouse, es un restaurante ubicado en Ludington, Estados Unidos que debió cerrar sus puertas por culpa de un empleado que llamó para notificar que se había contagiado de Coronavirus, lo que era falso.
Para cumplir con las medidas sanitarias y cuidar a su personal, David Hritco, gerente general del restaurante, tomó acciones de inmediato enviando a su casa a los empleados por dos días y se dispuso a desinfectar todas las instalaciones del lugar, reseñó 9&10 News.
Luego de un gran confinamiento
Según la información del canal, el establecimiento ya había estado cerrado durante casi 3 meses desde el inicio de la pandemia. Hritco y su personal estaban muy eufóricos por poder abrir al público luego de tanto tiempo.
“Fue desgarrador”, señaló el gerente, quien se mostró furioso al recordar que lo del contagio de su empleado no había sido más que una mentira. El asalariado, solo quería tener unos cuantos días libres, reportó el mencionado medio.
Las terribles consecuencias
“Lamentablemente, nos costó miles de dólares en negocios”, comentó David Hritco, luego dejó muy claro que tomará acciones y ya “es un asunto policial”.
Según 9&10, la “pequeña mentira” del trabajador también hizo estragos en sus compañeros, quienes no pudieron obtener propinas en un fin de semana que se veía provechoso. Asimismo, todos debieron someterse a las pruebas de coronavirus.
Cabe mencionar que no es la primera vez que se registra un caso como este: en mayo pasado, otra persona en EE. UU le presentó una incapacidad falsa a su empleador, alegando que tenía COVID-19. Esta compañía también tuvo que cerrar.
Este tipo de acciones causan indignación en muchos, pues el mundo está enfrentando una terrible pandemia que ha traído consigo una crisis económica. Los comercios también se han visto muy afectados por las medidas de aislamiento social y ahora poco a poco se van adaptando a la “nueva realidad”.
Información vía: Pulzo
