Tras el repentino fallecimiento del futbolista Diego Armando Maradona, como era de esperarse miles de fanáticos llenaron las calles del centro porteño de Buenos Aires superando las 15 cuadras para darle el último adiós al ídolo del futbol.
El caos y la tensión se apodero de las calles y la situación en Casa Rosada terminó con incidentes, gases lacrimógenos, botellazos y represión por parte de la policía. El horario de la ceremonia debió estirarse hasta las 19 (estaba previsto hasta las 16), pero ni siquiera esa noticia tranquilizó a la multitud.
Aparentemente, personal policial y bomberil ingresó con la intención de recuperar la calma. Sin embargo, algunas personas habrán intentado subir y pasar las vallas de la edificación.
Como consecuencia del alboroto de los presentes y la confusión, las autoridades argentinas ordenaron el cierre de la Casa Rosa y procedieron a evacuar a los familiares de Maradona.
Los disturbios solo aportaron más tristeza a una jornada dolorosa para la sociedad argentina, que perdió al hombre que puso al país bien arriba gracias a la magia de su pierna zurda. Debido a los desmanes, el féretro fue retirado de la sala por precaución y las puertas se cerraron por completo.
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