La cuarentena es una medida obligatoria que tomaron muchos países para evitar la propagación del coronavirus. En Filipinas esta advertencia subió un poco de nivel.
Aquel individuo que viole el aislamiento preventivo en que se encuentra el país corre el riesgo de morir. Así lo dijo Rodrigo Duterte, presidente de dicha nación, quien dio la orden de “disparar a matar” si no cumplen con lo establecido para evitar el coronavirus.
Esto ocurrió el pasado miércoles primero de abril del presente año en un discurso televisado de Duterte. En el mismo aseguró que la situación con el COVID-19 cada vez va peor.
El primer mandatario de Filipinas dijo con mucha seguridad en sus palabras. “No dudo. Mis órdenes son para la Policía y el Ejército. En caso de problemas o de una situación en que la gente se pelee y sus vidas estén en peligro, dispárenles a matar”.
Además dijo que las autoridades policiales tienen permiso para castigar a todos aquellos que ataquen o arremetan con productos químicos tóxicos contra los trabajadores de salud. “Quienes causen problemas morirán de hambre en las cárceles”.
La decisión del presidente surgió luego de que en San Roque un sector de Manila, un grupo de personas desataran una protesta para exigir ayuda humanitaria. La policía tuvo que acudir al lugar y la mayoría de los individuos fueron detenidos.
#DailyInfo | Pres. #Duterte, ipinaubaya sa DSWD ang pamamahagi ng ayudahttps://t.co/3FCS2Sx5pA
— @PTVph (@PTVph) April 2, 2020
Ayuda humanitaria:
Es necesario resaltar que una semana atrás el gobernante de Filipinas recibió “poderes especiales” del Congreso con el único propósito de combatir el COVID-19.
La ley le otorgó 200.000 millones de pesos lo que equivale a 4.000 millones de dólares. Dinero que debería ser distribuido entre aquellas familias de bajos recursos, que representan un 16% de la población.
Según se pudo conocer el gobierno se encuentra elaborando “una base de datos consolidada” para saber quienes serán los beneficiarios, por tal razón todavía la ayuda no se ha concedido.
Las palabras de Duterte se viralizaron rápidamente en redes sociales, lo que ha hecho que defensores de derechos humanos y grupos civiles denuncien a este presidente.