Los animales son seres vivos que merecen el respeto de las personas. Es cruel maltratarlos con el fin de que hagan ciertas cosas que sean de beneficios para los humanos. Tal como está ocurriendo en Tailandia.
Desde que se descubrió que en el país antes mencionado se utilizaban los monos como recolectores de cocos, la polémica en torno a esto se desató.
Los ecologistas alzaron la voz en contra de esta práctica que ocurre hace más de un siglo, aseguran que es una manera de explotación animal. Por lo tanto han iniciado un boicot internacional con el que rechazan estos actos inhumanos.
¿Con que fin recolectan los cocos?
Algunas empresas han amaestrado macacos para recoger una gran cantidad de cocos al día. Esto son procesados más tardes y convertidos en leche o harina, que exportan a otros países.
Empresas Tailandesas como Aroy-D y Chaokoh son las que han estado involucradas en esto. Por tal motivo La ONG Personas para el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus sigas en inglés), ha establecido un movimiento denunciando a las industrias que explotan animales de esta manera.
¿Que han logrado los animalistas?
En su lucha por tratar de erradicar estas prácticas los activistas han ganado que algunas cadenas de supermercados britanicos se nieguen a seguir vendiendo los artículos de las empresas que mantienen esclavizado a los monos.
A través de un comunicado los activista expresaron, “los investigadores de PETA visitaron cuatro ‘escuelas de monos’, ocho granjas y una competición de recolección de cocos, en las que monos encadenados -capturados supuestamente cuando son crías- eran forzados a escalar cocoteros y coger los cocos para su exportación a lo largo del mundo”.
Asimismo compartieron un material audiovisual en el que se observa a los animales encadenados y enjaulados cumpliendo su labor. Allí se observa también que están sobrellevando un nivel de estrés.
Además PETA agregó, “sin la libertad de moverse, socializar con otros o hacer nada que sea importante para ellos, estos animales inteligentes pierden poco a poco sus mentes. Empujados por la desesperación, se mueven en círculos en torno de los pequeños espacios sucios donde están encadenados”.
¿Que dice Aroy-al respecto?
Sin embargo Aroy-D decidió defenderse y dijo que su compañía no tiene cautivo a animales para recolectar ninguna fruta. Recordemos que el grupo antes mencionado es uno de los que más exporta leche de coco.
Mediante su página en la red Social Facebook la empresa puntualizó: “Confirmamos que todos los productos de Aroy-D que actualmente se venden internacionalmente no utilizan trabajo animal. Los cocos son recogidos con varas cosechadoras y procesados en fábricas”
Cifras de exportación:
Es necesario mencionar que para el año 2019 el Tailandia repartió leche de coco en más de 120 países. Esto tuvo un valor de 12.760 millones de bat, lo que equivale a 362 millones de euros o 408 millones de dólares.
Según datos oficiales se pudo conocer que 35% de los productos fueron llevados a Estados Unidos. Mientras que Australia recibió un 9% y a Reino Unido llegó el 8% de la mercancía.
Según han dicho pequeños productores tailandeses, tener macacos que realicen estas actividades es una tradición que tiene más de 100 años. Aseguran que los monos cautivos con esta finalidad ayudan a que las cosechas sean mucho más eficientes.
Un internauta llamado Phacha Phanomvan afirmó que estos animales son incluidos como “miembros de la familia”. Además recalcó que solo son parte de granja pequeñas cocoteras y no de grande empresas.
Phacha comentó que “Si PETA tiene pruebas contra una plantación específica, debería usar medios legales para denunciar violaciones individuales en lugar de lanzar una campaña indiscriminada contra toda la industria”.
Sin embargo el gobierno de Tailandia es quien tiene la palabra con respecto a estas denuncias.