Efectivos de la Policía Nacional Bolivariana y la dirección de investigaciones penales detuvieron a dos sujetos por vender de manera ilegal pruebas rápidas de COVID-19.
El hecho ocurrió en la ciudad de Caracas específicamente en la urbanización la Candelaria.
Recordemos que el personal médico encargado de atender a personas con síntomas o sospechas de coronavirus son los que deberían manipular estos. Por tal motivo las autoridades se mantienen investigando la manera en que estos hombres obtuvieron dicho material.
Los individuos cobraban las pruebas en moneda extranjera o en bolívares. Ambos fueron acusados por delito de salud y puestos a la orden del Ministerio Público.
Juan José Tovar Gil de 40 años de edad y Jesús Enrique Centeno Muñoz de 42 fueron los responsables de la venta ilegal de las pruebas rápidas de COVID-19. Residen en la urbanización La Candelaria en el edificio Doral y hacían los negocios a través de Whatsapp.
Según el comandante de la PNB, Elio Estrada, las investigaciones continuarán hasta saber de cual centro de salud provenían esas pruebas. Asimismo se mantiene la sospecha de que otras personas pueden estar involucradas en este delito.
La sociedad debe tener claro que estos test no pueden adquirirlos de la mano de cualquier personas ya que es algo muy delicado.