“Morí y regresé”, el testimonio de una niña de 12 años que venció el coronavirus

Todos tenemos claro que el coronavirus es una enfermedad que no ve posición social, genero o edad. Desde que declararon pandemia mundial todos estamos expuestos a contraer este virus sin importar la edad.

Tal es el caso de Juliet, una pequeña de tan solo 12 años que le tocó vivir uno de los momentos más terribles de su vida luego de contagiarse con COVID-19. Su madre estuvo angustiada durante muchos días y pensaba lo peor.

La niña fue llevada desde el norte del lago Pontchartrain al centro hospitalario de Nueva Orleans. Lugar donde le dieron el diagnostico tras realizarle los exámenes correspondientes.

Luego de recuperarse Juliet regresó a Covington, donde está su hogar y junto a su familia. Entre agradecimientos y lágrimas, Jennifer que es su madre contó. “Es una niña tan dulce. La más dulce del mundo. No se merece esto. Además, le rogaba a Dios… por favor, ayúdame”.

Tan solo el mes pasado la niña estuvo muy cerca de la muerte. Sufrió un paro cardiorespiratorio lo que ameritó aplicarle reanimación cardiopulmonar durante dos minutos hasta que logró reaccionar.

En cuanto a esto Juliet aseguró “morí y regresé”.

Los síntomas que vivió la pequeña al comienzo del virus no fueron los más comunes. Padeció vómitos y dolor de estómago. La madre que es radióloga, pensó que podría tratarse de un trastorno abdominal o apendicitis. Sin embargo le alertó que la niña empezó a ponerse fría en sus extremidades y su labios se tornaron de un color azul.

Luego de reanimarla fue llevada al Centro Médico Oschsner, donde la recibió el doctor Jake Kleinmahon, quien estuvo al pendiente de ella durante 10 días seguidos.

Según explicó el médico “Al llegar, Juliet era uno de los niños más graves que hemos visto con Covid-19. La cámara superior de su corazón no coordinaba correctamente con la inferior y empezaba a sufrir fallo orgánico múltiple”.

En ese sentido el doctor aseguró que los niños por lo general suelen exteriorizar síntomas diferentes a los que se manifiestan en adulto. En el caso de Juliet, ella presentaba otro virus aparte del COVID-19 y a eso también se le atribuye su complicación.

“Al principio estaba muy nerviosa”, comentó la pequeña. Quien pasó 4 días sedada e intubada. Tras haberse recuperado fue dada de alta el 15 de abril. El médico le aseguró que después de ese amargo momento tendrá una “vida totalmente normal”.

A pesar de que Juliet no recuerda lo que sucedió durante esos 4 días, su madre jamás podrá olvidar lo ocurrido.

Jennifer dejó saber que “sólo recuerda que su papá le dijo que se dormiría. ‘Pondrán un tubo en tu garganta. Te llevarán en helicóptero. Te despertarás en otro hospital y mamá estará ahí… bueno eso es lo que pasó”.

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