Sin duda la labor más difícil en medio de esta pandemia desatada por el coronavirus la tienen los trabajadores de la salud. Les toca lidiar a diario con cientos de pacientes infectados, verlos sufrir y en algunos casos verlos fallecer. Sin poder hacer más nada que solo brindarles una buena atención.
Dentro de los hospitales y centros de atención, mientras llevan sus uniformes son considerados héroes. Pero al terminar su jornada de trabajo se enfrentan a una dura realidad.
Enfermeros, médicos, personal de limpieza, camilleros, cuidadores, entre otros tanto que prestan sus servicios para atender a los pacientes en este momento tan difícil, viven día a día una situación que nadie se imagina.
Según cuentan les ha tocado vivir momentos de discriminación cuando salen de los hospitales.
Tal es el caso de los trabajadores de la clínica Nueva El Lago, ubicada en Colombia, específicamente en Bogotá. El personal explica que cuando salen rumbo a sus casas, las personas que se cruzan en el camino los ven con “asco” o desprecio. Tal vez piensan que por pasar el día ayudando a los enfermos de COVID-19 también tienen el virus.
Andrés Martínez, jefe de la clínica siente inquietud y preocupación de que la emergencia de salud que se vive actualmente sea motivo para discriminar a su personal.
En ese sentido explicó, “No por estar en una institución de salud ya uno tiene que considerar que la persona estuvo en contacto con algún tipo de paciente que tenga riesgo contagio. Hacemos todo lo posible para que esto no pase desde una parte intrahospitalaria al exterior”.
La mayoría de los taxistas se rehúsan a llevarlos y cuando deben ir en transporte público el asunto es mucho peor.
Durante una entrevista hecha por Noticias Caracol, le preguntaron a la enfermera Cindy Correa si se había sentido discriminada en los últimos días. Su respuesta fue afirmativa.
Cindy expresó, “Sí, claro. Por el simple hecho de llevar uniforme blanco la gente nos miran como con asco, como si nosotras estuviéramos contagiadas. Incluso, cuando nos sentamos, la gente se para”.
Por otra parte es necesario resaltar que las opciones para llegar a sus casas son escasas, además el trasporte colectivo es mucho más económico. Por tal motivo les toca lidiar con esto.
Señores recordemos que estas personas son las que se están enfrentando la terrible situación en que nos puso el coronavirus. Salen cansados y abrumados, lo que menos merecen es ser vistos de esa manera.